lunes, 24 de mayo de 2010

Historia inventada sobre inmigrantes

Era se una vez un niño que se llamaba Pablo, que vivía en Olivenza, un día los padres le dijeron que se tenían que ir a Alemania por temas de trabajo, los padres le dijeron:
-Pablo, tenemos que emigrar a Alemania por temas de trabajo.
-Por favor, yo quiero seguir en el mismo colegio, tener los mismos amigos y seguir viviendo en está casa y en este pueblo.
-Pero eso no puede ser Pablo, lo sentimos mucho, nosotros tampoco nos queremos ir pero es por el trabajo y si no nos vamos nos quedamos pobres.
Entonces el niño se encerró en su cuarto y estuvo 30 minutos llorando.
Al día siguiente, Pablo le dijo a sus amigos que se iba a ir a Düsseldorf (Alemania). Los amigos se pusieron muy tristes porque era muy amable y también.
Dos días después, se fueron en tren.
Cuando llegaron, al padre que se llamaba Roberto, lo acogieron muy bien, pero a la madre que se llamaba Mª. Dolores, la acogieron peor, aunque al paso del tiempo se acostumbraron a ella, pero lo que más la costaba a ella era el idioma porque no sabía hablar, el padre sabía un poco y para su trabajo, que era en una fabrica le venía muy bien.
A los dos años, cuando ya se habían acostumbrado, sabían el idioma, conocían la ciudad... Al padre le salió trabajo en Olivenza, cuando les contó eso a su hijo y a su mujer se pusieron muy contentos, se volvieron lo que pasa es que a todos les daba cosa de irse porque ya se habían hecho amigos.
Al llegar todos se pusieron muy contentos y Pablo estuvo con todos sus amigos de antes.




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