El niño que mandaba.

Había una vez un niño que era el que tenía toda el agua del mundo,  la vendía a un precio muy alto, el niño lo único que hacía era vender, comer y reírse de la gente que le compraba el agua.
El niño estaba gordo, pelo corto y ojos marrones. Las personas le decían que que pusiese el agua más barata, el decía como siguiesen pidiendo que pusiese el precio más bajo lo iba a poner más alto, ellos siguieron y entonces puso el agua a un precio tan alto que la gente mataba a sus hijos para que no sufriesen, pero una mujer dijo, no matéis a los niños que también tienen que vivir como nosotros aunque sufran porque tienen vida y no son unos blandengues. Entonces desde ese momento no mataron a ningún niño. Al año siguiente  estaban todos sufriendo y calló una borrasca, y un lago que estaba desierto, ahora estaba inundado, el niño como ya no le compraban el agua y se quedo pobre, entonces ahora el iba al lago para coger agua, entonces un día le dijo a toda la gente que le podrían poner el agua al mismo precio que la ponía el, pero solo al niño, a las personas es gratis, entonces la gente dijo que si. El niño, era pobre y ahora con lo que le hicieron solo podía comprar agua y ya está, y cuando pasaron dos meses ya, como había pasado lo que  a la gente le pasó ya podría coger el agua gratis. Entonces la gente salió con mucha rabia porque el niño solo había estado dos meses pagando el agua y ellas dos años, pero el niño no salí tampoco muy contento porque había sufrido eso dos meses y ha sentido lo que pasaron las personas.