jueves, 24 de noviembre de 2011

Derechos de la mujer


Había una señora que tenía de todo, chalet, un buen coche, era socia de un club de tenis,  tenía una tarjeta a su disposición y todo los caprichos que se le antojaban, y lo más importante, era feliz con su marido. Hasta que llegó el día, ese maldito día, por la mañana el marido se cabreó con ella porque no tenía preparado el desayuno. Desde ese día cada vez que se le olvida algo o no lo hace como a el le gustaría, siempre le grita y a veces le pega. Ella pensaba que algún día cambiaría y estarían como cuando no estaban casados. Pero nunca llegaba ese día, cada vez las broncas iban a mas, y después de gritarle, la golpeaba hasta que en una ocasión le rompió el el brazo.
Ya no aguantó más y cuando estaba saliendo para abandonar al marido e ir a la policía, él la vio, estaba con un cinturón, y le preguntó:
¿A donde vas? Te he escuchado hablar con tu amiguita.
En el piso de al lado sonó un fuerte ruido después de la discusión y llamaron a la policía.
Cuando llegaron subieron a la casa, ya no había nadie, solo una mujer tirada en la cama con heridas por todas partes.

3 comentarios:

  1. Qué triste, Javi, y lo más triste es que historias como esta estén ocurriendo tantas veces. Espero que entre todos y todas construyamos un mundo sin machismo y con igualdad de verdad entre mujeres y hombres.
    Un abrazo

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  2. Lo escribiste tu??Muy bien redactado.Y es un tema muy importante y actual...

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